Llega el verano y con él nuevamente los momentos de parar y observar cómo ha sido el transcurso de los días hasta hoy.
Nuevos objetivos cumplidos, cambios en otras áreas o simplemente cambios de intención. Lo que está claro es que la SALUD no para… no toma vacaciones ni apenas se toma un tiempo para reflexionar.
Una de las herramientas de las que disponemos es la CONSTANCIA, pero desafortunadamente la vida diaria nos lleva a no poder comprometernos con nosotros mismos. No poder dedicarte una hora diaria implica una desconexión gradual de tu propio cuerpo, de tu propio SER. Muchas veces, y parece algo que repetimos sin parar… damos prioridad a muchas otras cosas antes que a nosotros mismos. No como acto de EGOÍSMO sino todo lo contrario. Cuanto mejor te sientes, te encuentras y vives de manera positiva, todo tu entorno cambia y se contagia de esa manera de hacer y de sentir.
El cuerpo es algo más que huesos, músculos, tendones, ligamentos… es pura ENERGÍA. Y es por eso que cuando no somos capaces de mantener una energía libre y fluida en él, caemos enfermos. Nos saturamos, agobiamos, entristecemos y finalmente creamos un bucle de malas sensaciones y vibraciones. Lo que nos lleva a las lesiones, dolores, falta de concentración, y malestar general.
Por eso es importante que encuentres el lugar, el momento y el método para poder trabajar y llevar a tu cuerpo a un estado de ENERGÍA óptimo. (Eso no quiere decir que siempre tengas que tener un estado de energía elevado) Sino a mantener nutridos tus huesos, músculos, órganos… y como no… liberar así tu mente.
Es el momento de descansar… recuperar… visualizar… y realizar…
Nos vemos en Septiembre.
FELICES VACACIONES
Espirales de Salud 